Cómo ser astronauta en 5 pasos “muy sencillos”
Por Beatriz Sotomayor
¿Cómo se llega a ser astronauta? Pregunta Sebasthian Ogalde.
Se me pasan por la mente imágenes de personas fornidas vestidas de blanco en una centrifuga gigante, pero más allá de eso, no puedo dar pistas.
La misma sencilla pregunta, se la hizo Sebasthian a Paolo Nespoli, el astronauta más veterano de la Estación Espacial Europea.
Paolo le dio una respuesta bien intencionada, desde el buen vivir, pero a juicio de Sebasthian, muy poco práctica: “Sigue tus pasiones, aprende todo lo que puedas y dale para adelante”.
Sin embargo, Sebasthian, ha encontrado sus propias respuestas. A sus 26 años, está muy cerca de poner sus pies en una estación espacial. Desde mediados de 2019 en Turín (Italia), trabaja como ingeniero de AOCS (Attitute and Orbital Control Systems) en la construcción del Satélite Euclid.
Éste es un telescopio espacial que estudiará la Materia Oscura del Universo. Un aparato fascinante más allá de las palabras. Es más, Sebasthian compartirá próximamente su experiencia y visión sobre la tecnología espacial, donde vamos a pensar juntos, en una futura colonia lunar, tema absolutamente hipnotizante.
Como veremos, ha sido un camino extremadamente simple desde Antofagasta hasta Turín.
Primer sencillo paso/requisito: Amar las Ciencias con el ardor de Mil Soles
Nacido en 1994, Sebasthian cuenta que su papá, de profesión Técnico Electrónico, a menudo, lo llevaba a su trabajo. Un día, cuando él tenía 6 años, una señora le regaló una bolsa plástica de supermercado llena de hojas sueltas, quizás parte de una enciclopedia de ciencias desvencijada. Está bolsa quedó en casa de Sebasthian varios días juntando polvo, hasta que un día la abrió y empezó a leer. Ese día se enamoró de las ciencias.
Pero no quedó allí, a los 12 años, Sebasthian salía todas las noches al desierto antofagastino, vestido de bufanda y gorro chilote de feria artesanal, a hacer observaciones de estrellas variables. Él recuerda con nostalgia que la primera estrella que siguió rigurosamente fue Kappa Pavonis.
A los 15 años, 14 de sus observaciones fueron publicadas en el reporte del año 2009 y 2010 de la AAVSO (Asociación Americana de Observadores de estrellas variables).
El 2012 entró a estudiar Astronomía a la UC. Dejó la carrera al segundo año, pues decide que para cambiar el mundo, es necesario intervenirlo, no solo observarlo. Y decide cambiarse a la carrera de Ingeniería Eléctrica.
Segundo sencillo paso/requisito: VOLUNTAD, así con mayúsculas.
En 2013, se estrena la película Gravity, y a Sebasthian le provoca curiosidad el oficio de astronauta, eventualmente decide que éste será su camino.
Su familia, ante la audacia del sueño, se espanta. Sebasthian, les explicó “así como una araña sabe que tiene que tejer su tela, a mi nadie me enseñó a ser astronauta, sólo sé que tengo que hacerlo”.
Tercer Sencillo paso: Desde Santiago a San Petersburgo, Con Amor
En 2015, a través de la UC hace un intercambio y se va a vivir un año a Rusia. Leyendo biografías de astronautas descubre que dominar el idioma es fundamental.
Desde que el Transbordador Columbia se vaporizó en la atmósfera el año 2003, la NASA dejó de construir naves espaciales. La tecnología de la Unión Soviética vino a salvar las ambiciones espaciales de la humanidad. La Soyuz “el Nissan V16 del espacio” en palabras de Sebasthian, es la única manera de salir del planeta, despega del cosmódromo de Baikonur en Kazajistán. Este hecho y el que la mitad de la tripulaciones son rusas, hace del ruso y el inglés, sean las linguae francae del espacio.
Cuarto Sencillo Paso: Llegar en el Corazón Tecnológico Espacial de Europa
Al volver de San Petersburgo, se desesperó en Santiago y allí tuvo la idea de hacer doble titulación en el Politécnico de Turín (o Torino en Piamontés). Allí estudia mecatrónica. Sebasthian, no es un seguidor de la filosofía de “tomarse las cosas con calma”, actualmente está trabajando de ingeniero AOCS, y paralelamente sacando ingeniería en Chile y mecatrónica en Italia.
Turín es elegido por Sebasthian, porque es un importante centro de desarrollo de tecnología espacial, desde allí, por ejemplo, se controlará el Rover de la misión a Marte ExoMars que despegará este año.
Sobre la tecnología espacial, hay que entender que tiene que ser esencialmente robusta, más que innovadora. “Me dicen todo el tiempo que el iPhone 6 tiene un computador más poderoso que el que tenía el Apollo 11, pero un iPhone no funciona en menos 15 grados Celcius y menos en condiciones de inmensa radiación solar”. La tecnología espacial debe ser resistente y probada mil veces. La innovación tiene lugar en la Tierra, recalca, y una vez que se ha testeado rigurosamente se puede llevar al espacio.
Quinto sencillo paso: El Camino del Samurai ASCLEPIOS: fortalecerse y probarse
Si recuerdan a Bruce Wayne subiendo montañas en Bhutan con una flor azul en Batman Begins (2005), este paso es similar, solo que con más trabajo en equipo y menos ninjas.
Mientras escribo estás palabras, Sebasthian Ogalde está participando en la Misión Asclepios2020 en Suiza.
La cual, es la primera edición de una misión espacial análoga en formato Do-It-Yourself hecha por y para estudiantes, bajo la mentoría de profesionales entrenados. Este proyecto científico interdisciplinario, busca simular una misión espacial a un cuerpo celestial, como la Luna o Marte. Durante está misión simulada, en la heladísima región de Jura, en Suiza, los astronautas conducirán experimentos en campos como la psicología, la robótica, la medicina y la astronomía. Estos experimentos han sido propuestos por laboratorios, centros científicos y compañías privadas.
¿Cómo postular a Asclepios? Es muy sencillo: primero se envía un currículum y dos videos motivacionales. En uno de estos videos Sebasthian transmite “no puedo decirte como es el candidato ideal para está misión, pero puedo decirte que estoy listo”.
La siguiente etapa, es pasar por tres pruebas escritas, las cuales son muy similares a las que hacen los astronautas de la Estación Espacial Europea (ESA, según sus siglas en inglés).
A continuación, hay que pasar por tres entrevistas personales con múltiples psicólogos y psiquiatras. Finalmente, hay que someterse a una entrevista con el astronauta suizo Claude Nicollier. Miembro del primer grupo espacial de la ESA (1978).
Claude Nicollier trabajó en la construcción del telescopio espacial Hubble, lanzado en 1990. Sebasthian pudo compartir con él, la experiencia de estar trabajando en el telescopio espacial Euclid, que se lanzará el 2022.
De 200 candidatos, quedaron seleccionados 6, al más puro estilo de los Juegos del Hambre.
El camino nacional al espacio
“Chile tiene que tener una mirada al espacio”, señala Sebasthian Ogalde. Esta mirada tiene que ser especialista, enfocarse en solo un aspecto clave y robustecerlo. Al respecto, un proyecto incipiente es Space Growers, que busca posibilitar la agricultura espacial, para alimentar a las futuras colonias humanas.
Otra contribución clave, sería mejorar las baterías de litio, metal del que Chile es productor.
Sebasthian cuenta que uno de sus sueños es aportar en la reapertura de la Agencia Espacial Chilena.
La confianza es la clave
Sebasthian opina que una de las razones principales del poco progreso en ciencia espacial chileno es la falta de confianza del país a sus propios científicos y científicas. Es una suerte de trauma nacional: la idea de que la ciencia y la innovación, especialmente la espacial, es algo que hacen los semidioses de la NASA, “no los cabritos y cabritas” que toman once con marraqueta y palta.
Sebasthian cuenta que hay mucha gente increíblemente capaz en Chile, quienes, si quieren tener posibilidades de contribuir al progreso humano, tienen que salir del país. Esto es conocido como fuga de cerebros, y en la actual economía del conocimiento, es también una hemorragia de dinero.
Una de las contribuciones que Sebasthian cree que puede hacer, siendo el primer astronauta chileno, es mostrar como un muchacho antofagastino, que estudió en un colegio subvencionado, que no viene de un sector privilegiado y que ha costeado su carrera al espacio, a través de ayudantías y préstamos de sus amigos profesores que creen en él, puede llegar al espacio. Su idea es mostrarle a chilenos y chilenas que “nosotros y nosotras también podemos”.
Cual es el siguiente paso para Sebasthian Ogalde
En palabras de Sebasthian: “El siguiente objetivo se llama Project PoSSUM. Consiste en la formación de astronautas civiles con apoyo de la NASA para el estudio de nubes noctilucentes”. Este tipo de investigación busca comprender el comportamiento del clima en la Tierra.
El proyecto Possum incluye entrenamiento con un traje de astronauta real y vuelos con gravedad cero. La siguiente edición tendrá lugar en Septiembre del 2020, y para esto es necesario: cubrir el valor del curso y tener una licencia de piloto privado.
Este es el momento de mostrar confianza en los nuestros, tal como se necesita todo un pueblo para criar un niño, se necesita de un país para lanzar un astronauta. El valor de Possum y de la licencia de piloto es aproximadamente 20 millones de pesos todo incluido.
¿Cómo apoyar a nuestro primer astronauta?
Campaña de GoFundMe, donde pueden hacer contribuciones con tarjeta de crédito, click aquí.
Cuenta en Chile:
Sebasthian Ogalde Castro
Rut 18.508.710-7
Cuenta Corriente Nº 00-110-25227-06
Banco de Chile
Cuenta en Europa:
Sebasthian Ogalde Castro
IT64C0306901002100000066074
Intesa San Paolo
Beatriz Sotomayor, Psicóloga UC y Redactora en jefe de Liberty News
Comentarios
Publicar un comentario