“Necesitamos una Causa” Re: Los Moderados

 


¿Dónde está la Sociedad Civil? ¿Dónde estamos los moderados?

 

Por Beatriz Sotomayor, Psicóloga y Directora de Contenidos Liberty News.

 

Síntesis: Necesitamos una causa que nos una, aumente la cohesión social y nos de una sensación de propósito como sociedad civil, esto no puede partir del Estado, no somos niños, debe partir del músculo de la sociedad civil, que somos todos. Propongo HAMBRE CERO, se calcula que en Chile, ahora hay 1.200.000 personas en Estado de Inseguridad Alimentaria.



El Contexto: La Desesperanza

 

En torno a la Pandemia 

51% piensa que aún falta lo peor

42% cree que seguimos en el peor momento

6% opina que ya pasó lo peor

1% no sabe / no contesta

 

Fuente: CEP Abril 2021

 

 

La Mayoría Moderada ¿Cuántos somos?

 

41% se sitúa en el centro

20% se identifica como de izquierda

18% se identifica como de derecha

17% no tiene identificación

3% No sabe / No contesta

 

Fuente: CEP Abril 2021



El Discurso Moderado

 

Esto se puede interpretar como que 41% sería la mayoría moderada, la cual no chilla 24/7 en cuanta plataforma le permita hacerlo, la mayoría de quienes se identifican con tendencia política tampoco lo hacen, pero los radicales chillan por 100 cada uno y están marcando la pauta. 

 

El discurso moderado duda de si mismo, sopesa, piensa, y habla en términos inciertos, no incendiarios. Y frente a radicales de lado y lado que definen cualquier diferencia de ideas, incluso de matiz, como un ataque directo desde el corazón de la maldad, se entiende, que quien es moderado, sienta que tiene cosas mejores que hacer que pelear a cuchillo con termocéfalos por internet.

 

Y cuando ellos hablan, no llaman tanto la atención. Y se entiende, frases del estilo “Cómo quieren que no lo quememos todo” tienen más notoriedad que un sobrio llamado a defender la Democracia como ha tratado de hacer Sebastián Sichel.


Una Causa para los Moderados

 

Los moderados necesitan una causa, más que un liderazgo, que los aúne, e inspire. Y repito una causa, no un líder, porque estamos llenos de aspirantes a caudillo que como aves carroñeras hacen circuitos sobre nuestras cabezas.

 

El Presidente lamentablemente no nos ha sabido guiar, y era el momento de hacerlo, confiábamos en ese capitán, por el que muchos y muchas votamos, que nos llevaría a puerto en la tormenta, no ha estado a la altura. Pero esto no implica que debamos seguir al siguiente que prometa bajarnos la luna y que además nos asegure que es de queso, no en vano, en la desesperación prosperan los estafadores.



Y hay que entender que hay una desesperanza tremenda, entre una izquierda radical que atiza el victimismo y el resentimiento, buscando que en nuestra orfandad le abramos la puerta a un autoritarismo que nos quite nuestra libertad, en favor de una seguridad que es ilusoria. 



Y un oficialismo, qué en vez de parecer sólido y eficaz, (¿Qué no eran los mejores? ¿Para eso fueron a Harvard?) está aprovechando la oportunidad de saldar cuentas, con un discurso mezquino que es transparente, por más que se golpeen el pecho y hagan alardes impúdicos de empatía.


Sálvese Quien Pueda

 

Mientras tanto, como señala Jorge Selume, los chilenos han retirado sus ahorros de la AFP, pero no necesariamente porque deseen una “mayor colectividad y solidaridad”, sino que “prefieren guardarlos bajo su colchón antes que sean otros quienes lo administren por ellos en tiempos adversos”, lo que refleja una demanda de mayor control y libertad sobre los ahorros”. Es un pensamiento pragmático, pero muestra que ante el espectáculo lamentable de las élites, la confianza en la institucionalidad está disminuyendo de manera alarmante.



¿Qué hacer? Mientras los moderados están aislados y cuidándose a si mismos, y los radicales llenan el silencio con sus coros ridículos, e histéricos, pero a pesar de eso, por mucho que me duela reconocerlo, eficaces. Muchos prometiéndolo todo a cambio de nada, una nada que nos costará todo.


Los números del hambre


El Chile anterior al Covid-19 develaba 600 mil personas en inseguridad alimentaria, término utilizado para describir a aquellos hombres, mujeres y niños(as) en situación de no poder comer o que por falta de recursos tienen que optar por alimentos de baja calidad.


La emergencia sanitaria podría llevar ese valor a más de un millón, situación que a su vez representaría un retroceso hasta los números de 1990, tiempo en que nuestro país reportó aproximadamente un millón 200 mil personas subalimentadas (individuos cuyo consumo habitual de alimentos es insuficiente). 


Lea aquí el reporte "Las Ollas Comunes en Pandemia" de la Universidad Alberto Hurtado.


Y apoye las Ollas Comunes Activas en el país en la OlladeChile.com



¿Porqué necesitamos una causa?

 

Hambre Cero no necesita justificación, pero como país necesitamos un nexo de solidaridad autentica y libre, que nos despeje la sensación de desesperanza y nos devuelva la confianza y la alegría (colectivismos forzados y fantasías estatistas, no need to apply, no nos olvidamos de las grandes hambrunas de la Unión Soviética, ni de la China de Mao).

 

Somos más grandes que nuestras tribulaciones, podemos salir adelante, no somos, ni hemos sido nunca bobalicones que caen en el cuento del tío, no es el momento de empezar a ser ineptos.




¿Qué representa para un liberalismo prometeico este fuego? Representa dos cosas, primero: el fuego real, el cual representaría el bienestar material, que permite vivir en una civilización, el calor de tener un hogar, con una cama, paredes, un techo y abrigo, poder ducharse con agua caliente y tantos otros lujos, que antaño estaban reservados solo para los reyes-dioses de las primeras civilizaciones antiguas.

El Hambre es un Tabú

Por último, me ha llamado la atención que con el confinamiento, y la crisis sanitaria, política y económica, el tema del hambre, no sea tema.

No quiero subirme al altar y cantar las alabanzas sobre mi propia grandeza moral, diciendo que cuando empezó el confinamiento, inmediatamente temí que muchas personas pasaran hambre, soy una mujer práctica y planifico siempre que no falté nada en la despensa, especialmente alimentos frescos. Pero este silencio al respecto habla de mecanismos sociales en acción, una suerte de Tabú. 

En tal caso es interesante leer está

¿Será la calamidad del hambre un fenómeno natural inherente a la vida misma, una contingencia inamovible como la muerte? ¿O será el hambre una plaga social creada por el propio hombre?

[....] Asunto tan delicado y peligroso por sus implicaciones políticas y sociales, que casi hasta nuestros días, permanece como uno de los tabúes de nuestra civilización, una especie de tema prohibido o, por lo menos, poco aconsejable para ser abordado públicamente (...)

Así se transformó el hambre en una cosa tan vergonzosa, como el sexo. Algo impuro y escabroso, y por lo tanto indigno de ser tratado: un tabú.

Josué de Castro, 1955


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