¿La vacunación debiera ser obligatoria?
Lea la segunda columna de está serie: "A Love Letter a las personas que desconfían de las vacunas"
1. La Pandemia existe, y es potencialmente mortal para todos y todas.
2. Las vacunas han tenido un impacto gigante en la vida de las personas, al punto que tendemos a morir de enfermedades cardiovasculares en primer lugar y en segundo de cáncer (antes moríamos de enfermedades infecciosas principalmente). Los tiempos en que cosas como “No cuentes a tus hijos hasta que hayan tenido viruela” eran pura sabiduría popular, han sido olvidados
3. Las vacunas contra el COVID han demostrado incluso en el territorio nacional, que protegen de hospitalización y muerte.
Sobre la pandemia
Me he ubicado en un punto medio, en lo que corresponde a las medidas tomadas, por ejemplo, he sido vocal en la denuncia de los confinamiento generalizados.
Creo que los confinamientos crean un sufrimiento absolutamente desmedido en la población, y detalló aquí mis objeciones.
En cambio, las vacunas siempre me han parecido, más allá de la molestia del pinchazo, una medida de mínimo esfuerzo y máxima eficacia. In and out, quick and easy, no brainer.
¿Entonces debieran ser obligatorias las vacunas?
Para siquiera empezar a considerar esa posición habría que ver si vale la pena vacunarse.
El Impacto de las Vacunas en el Mundo
Primero que nada les quiero recomendar el Podcast Vaccine: The Human Story no solo informativo, entretenidisimo.
"Las vacunas han sido víctimas de su propio éxito (Rochel de Camargo, 2020). De acuerdo con la doctora Jenifer Ehreth (Ehreth, 2003), la vacunación salva hasta tres millones de niños cada año y podría llegar a salvar tres más si se generalizara todavía más su uso y se garantizara el acceso en zonas remotas. Se calcula que la erradicación de la viruela, gracias a la vacuna, evitó 350 millones de personas infectadas y 40 millones de muertes por la enfermedad (Ehreth, 2003).
Asimismo, el número de casos de poliomielitis notificados desde 1988 se redujo un 99% y el sarampión, una de las enfermedades más contagiosas y una de las principales causas de muerte infantil en los países en desarrollo (900.000 muertes anuales) disminuyó hasta un 75% en 1998 (Ehreth, 2003). No solo supone un dramático descenso del número de enfermos y fallecidos, sino que esto también se traduce en un significativo ahorro económico estimado en miles de millones de euros que los centros sanitarios pueden destinar a otros usos. En este sentido, son una de las herramientas de salud pública disponibles más rentables.
Para una parte de la población, sin embargo, el beneficio de las vacunas se ha vuelto intangible y se oponen a su uso. Esto tiene un impacto real y medible; los brotes de infecciones por patógenos como el sarampión coinciden con el rechazo de la vacuna por parte de los progenitores que se niegan a administrarla a sus hijos (Benecke & DeYoung, 2019)".
La progresiva desaparición de diversas enfermedades infecciosas graves o incluso letales ha permitido que se subestime la amenaza que suponen y se sobreestimen los riesgos asociados a la vacunación.
Tomado del artículo “El Movimiento Antivacunas: Un Aliado de la COVID-19” por Marta Consuegra-Fernández.
Lea el artículo completo aquí.
No en vano, los Estados han hecho esfuerzos sostenidos para promover la vacunación:
En base a esta información, entonces, ¿la vacuna del COVID debiera ser obligatoria?
Según la destacada Columnista Carolina Carreño la respuesta es un firme SÍ.
Ella basa está respuesta en un trabajo sesudo de investigación de archivos y su última columna acerca de la Vacunación en Chile, que muestra que el primer programa local de vacunación fue comenzado nada más y nada menos que por la monarquía española y era considerado tan importante que no se detuvo durante la guerra civil que precedió a la independencia. Recomiendo activamente esta columna.
Al respecto quiero reconocer a dos próceres provacunas:
Carolina también documenta como el esfuerzo por erradicar la Viruela, se demoró más de un siglo por la reticencia a vacunarse, como “aunque la política de vacunación en Chile tuvo el apoyo de autoridades y médicos, no logró erradicar la viruela hasta la segunda mitad siglo XX”, estamos hablando de una enfermedad que mataba a tres de cada 10 personas infectadas.
Esto no es menor, la viruela no solo dañaba el aspecto del cutis.
Es más, se estima que la viruela, una de las enfermedades más mortales de la historia, ha matado a más de 300 millones de personas solo desde 1900. Pero una campaña mundial masiva de vacunación puso fin a la enfermedad en 1977, convirtiéndola en la primera enfermedad erradicada.
Y está enfermedad documentada desde las momias egipcias en adelante, habría decimado la población nativa en América, tomemos el caso de los Aztecas:
Se ha estimado que la población de México se redujo de más de 30 millones de personas antes de la llegada de Cortés, a apenas 1.5 a 3 millones en 1568. Los efectos destructivos de la enfermedad no terminaron ahí, y la enfermedad también devastó al Imperio Incas.
Aunque los números exactos nunca se sabrán con certeza, se estima que la viruela mató entre 40 y 50 millones de la población nativa del Nuevo Mundo. Algunas estimaciones son incluso más altas y afirman que hasta el 90% de la población murió.
Una ilustración azteca del siglo XVI de las víctimas de la viruela.
Cómo podemos ver la resistencia a la vacunación cuesta vidas, y cómo señala en su artículo Carolina Carreño, está resistencia se ha argumentado desde la libertad, a lo largo de la historia de Chile.
Sobre obligar a las personas a vacunarse
Solo me referiré a la vacuna para el Covid (sé que son varias) que se le da a adultos y adolescentes, porque el debate sobre los recién nacidos es más amplio, para revisar el tema desde la jurisprudencia les recomiendo este artículo, y desde el punto de vista de la salud pública lea este clarísima tesis.
He discutido el tema con numerosos libertarios que respeto por la profundidad y filo de su intelecto, y todos me han dicho que no hay que obligar a las personas a vacunarse, pero por otro lado, la posición de restringir el acceso a las personas no vacunadas a bares, cines y otros, no les parece una acción tiránica, en lo absoluto.
Y estoy de acuerdo a su posición, porque el Estado se engolosina más de la cuenta con el “por tu bien”, no por nada hemos este miércoles 18 de Agosto 2021 estamos al día 514 del Toque de Queda.
Las "redadas de viruela", dirigidas principalmente a los vecindarios de inmigrantes, ocurrieron en las ciudades estadounidenses durante el brote de 1901.
Los oficiales de policía y los médicos trabajaron juntos para inocular en masa y poner en cuarentena por la fuerza a aquellos, algunos de tan solo dos meses de edad, que mostraban síntomas.
Pero, por otro lado, es necesario incentivar a vacunarse de todas las maneras posibles (excepto a través de incentivos monetarios a los que los ya vacunados no tendríamos derecho), por eso apoyo firmemente el pase de movilidad.
Beatriz Sotomayor
Libres
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