¿Kast vs Boric? Elija su Jaula: Elegir entre los extremos es sacrificar Libertad
Respecto a los resultados de las últimas encuestas, que muestran a Boric en primer lugar y a Kast en el segundo, unx amigx comentaba:
“nos están haciendo elegir entre la versión peinadita de Nicolás Maduro y Bolsonaro”. Su analogía fue celebrada por la audiencia, entusiasmándole a profundizar en las implicaciones “Me están haciendo elegir entre ser Gay o ser Pobre”.
Tal como señala The Economist en su artículo “La Amenaza de la Izquierda Iliberal”, la polarización es un fenómeno con impulso propio, los extremos se alimentan entre sí.
Los excesos de los seguidores de Kast alimentan y exacerban a los de Boric y viceversa, creciendo ambas fuerzas a expensas del centro moderado, que aprecia y quiere disfrutar todas las libertades, las económicas, las políticas y las morales y que está, hasta el momento, teniendo que elegir si en las presidenciales salta del balcón o de la ventana del tercer piso.
Las personas en Chile, ante este escenario, están en la posición desafortunada de tener que elegir que prefieren sacrificar y no que es lo que pueden ganar. Esto, por definición, genera mayor incertidumbre, ya que construir y crear prosperidad es muy difícil, pero para destruirla basta “un mono con navaja” como dice el dicho.
La receta económica de Boric es pobreza asegurada. Y eso da miedo, mucho miedo. Cuando nos paseamos por el centro y vemos a algún inmigrante vendiendo dulces, nos preguntamos, si así estaremos nosotros en unos cuantos años.
Una presidencia de Kast también amedrenta y mucho. En teoría, él promete libertad económica y prosperidad, pero su conservadurismo extremo es una amenaza a las libertades morales y un retroceso a la vida premoderna en ese sentido. En el mejor de los casos una Jaula de Oro, pero más probablemente solo JAULA.
Por mucho que Kast le haya bajado la intensidad al discurso conservador y en un despliegue de brillantez haya adoptado con talento extremo el discurso de la Libertad, es poco creíble su transformación.
Sobre Kast se dice a menudo “me encanta José Antonio, pero me cargan sus seguidores”, quienes suelen irrumpir con estridencia e insultos en las conversaciones de whatsapp, desde el chat de los vecinos del pasaje a los de compraventa, quienes además se dedican todo el día a tocar los tambores del odio y el acoso en twitter.
El bando de Boric no es mejor. Sus seguidores han convertido a la funa en un pasatiempo banal, y el discurso del victimismo ha alcanzado niveles insólitos de ridículo. Si bien, de eso nos podemos reír, en la calle han demostrado que no causan risa y que alcanzan niveles de violencia apabullantes. A mí no me lo han contado. Yo lo viví.
La alternativa es Sichel, quien tiene un saludable aprecio por la libertad.
Por ejemplo, siempre se opuso al toque de queda y a través de su campaña podemos ver que busca representar un consenso moderado de centro respecto a las libertades. Además, el se ha empeñado en que esta sea una campaña limpia, que no aviva las hogueras del odio y no promete jaulas.
Podríamos considerar a Sebastián Sichel como el único candidato que no nos exige sacrificar Libertades por él, es decir, no nos pide por adelantado, un pedazo de Libertad como sacrificio ritual.
Beatriz Sotomayor
Secretaria General Libres
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